Trio con la nena de Breña

↓↓↓ MAS RELATOS AQUI  ↓↓↓

Esto me sucedió hace un par de años atrás. Recuerdo que andaba en coqueteos con una chica de mi universidad, nunca fuimos muy amigos, tan solo nos conocíamos de vista ya que solíamos frecuentar los mismos lugares pero ambos teníamos un círculo diferente de amigos .

Una de esas noches en las que uno no tiene nada mejor que hacer que perder el tiempo en el Facebook me tope con su perfil y decidí añadirla como amiga, ella a los pocos días aceptó mi invitación. Unas dos semanas le estuve metiendo ‘floro’ por la red hasta que un día quedamos en ir a beber unas ‘chelas’.

Ella era una morena linda, su tez era como la de Adriana Zubiate, tenía unos labios carnosos, sus pechos eran pequeños, poseía un cuerpo bien delineado y su culo estaba bien formadito pero lo que más me llamaba la atención era su cara de bandida y tramposa. Ya en la universidad había escuchado rumores acerca de que le entraba a todo pero a mi no me constaba. Bueno, fuimos a beber esas cervezas a un bar cerca de su casa en Breña. Ella se encontraba algo deprimida por problemas con su ex novio, y yo nada tonto aproveche la situación y asumí el papel del paño de lágrimas, esa noche terminamos ‘agarrando’ y le metí harta mano.

Luego de ese primer encuentro nos veíamos esporádicamente, salir con ella era sinónimo de juerga, ella tenía muchos problemas y digamos le gustaba beber, fumar y meter ‘perico’ en exceso. Cada vez que nos veíamos terminábamos en besos pero algo siempre pasaba que impedía que la pueda ‘vacunar’.

Una miércoles como a eso de las 5 de la tarde ella me llamó y me pregunto si no tenía nada que hacer, que porque no bajaba a Lince a tomar unas chelas. Al cabo de media hora me encontraba en un bar de mala muerte en una calle cerca a la cebichería del chato Barraza. Fue grande mi sorpresa al encontrarme con mi morena acompañada por su ex enamorado. Al comienzo me pareció una situación un poco incomoda y al parecer su ex también opinaba lo mismo pero con el transcurrir de las cervezas la situación se tranquilizó y digamos que nos volvimos amigos los tres.

Las cervezas no paraban de llegar a la mesa y al cabo de unas horas la gente ya se encontraba loca, cada vez que su ex enamorado se iba al baño yo no perdía el tiempo para toquetearla por debajo de la mesa. Su ex también le coqueteaba y a mi la verdad poco me importaba. Ya eran cerca de las 2 de la mañana y ya nos estaban botando del local. Era un miércoles y no había nada abierto por la zona. Yo no sabia que hacer, pensaba que quizás estaba haciendo un mal tercio y ya me disponía a retirarme a mi casa, pero en ese momento habían parado un taxi y mi morena me dijo que suba, que iríamos a casa de su ex a seguir bebiendo.

Resultó que la casa del susodicho quedaba en la parte más metida de San Martin de Porres pero  ya no había vuelta atrás. Una vez en el lugar empezamos a beber un vino, mi morena estaba ebria y yo le coqueteaba pero grande fue mi sorpresa al ver que su ex enamorado le intentaba sacar el jean que llevaba puesto, yo la mire y ella solo me dijo que la disculpe. En ese momento analice la situación y me encontré entre dos disyuntivas: era largarme a las 3am de un barrio desolado y que no conocía o era unirme a la fiesta. La decisión no fue muy difícil de tomar.

No la pensé dos veces y le dije a mi morena que no se preocupe pero que mejor porque no me chupaba  la pinga e inmediatamente me saque la verga, ella se sorprendió pero ya se encontraba muy excitada dado que su ex flaco le estaba haciendo una ‘sopa’. Ella me empezó a  masturbar y empezó a lamer mi pinga desde la base hasta la cabeza y poco a poco empezó a introducir toda mi verga en su boca, yo me puse al palo y empecé a golpear su cara y labios con mi pinga dura.

Al poco rato la negra se encontraba súper arrecha, se puso en cuatro y nos pidió que la claváramos, yo la acerqué a mi y la empecé a cachar mientras ella le hacía un ‘golo golo’ a su ex. La negra gritaba mientras yo le metía mi pichula y eso creo incomodaba un poco al otro chico ya que este le pedía que se tranquilice. Yo no me inmutaba y la seguía penetrando sin parar hasta que decidimos  cambiar de puestos y ella volvió a chupármela mientra el otro se la cogía. Fue sumamente excitante ver la cara de mi morena gozando mientras yo le hacía chupar mi pinga hasta el fondo. Me vine dentro de su boca y ella se trago mi semen

Después del primer polvo nos echamos los tres en la cama, ella se colocó en el medio, dormimos un rato pero pasadas unas horas yo me desperté y estaba al palo de nuevo. Empecé a sobar mi pinga en el culo de mi negra, ella estaba media dormida aún pero podía escuchar como gemía, se la fui metiendo poco a poco por el culo, ya cuando la cabeza estaba dentro  ella empezó a pedirme que pare, que le dolía pero yo no le hice caso, en eso su ex enamorado la sujeto de las manos y le dijo que resista, yo se la empecé a meter por atrás mientras ella gritaba y gemía en una mezcla de placer y dolor, su flaco la sujetaba fuerte mientras yo la culeaba y le decía que era una perra. A mi no me importaba y solo quería seguir clavando a mi negra,  su culo era apretado y toda la situación me excitó de sobremanera tanto así que no tarde mucho en llenarle el tubo con leche.

Al despertar ya de mañana la escena me pareció un poco bizarra y me largué muy temprano. Luego de aquel día solo tuve un par de encuentros más con mi zamba y luego le di de baja. A veces me la encuentro en las discotecas de la Plaza San Martín en el centro de Lima y coqueteamos pero nada más.